
El pasado 20 de julio, el Consejo General del INE aprobó una serie de criterios relativos al cumplimiento del principio de paridad en gubernaturas, ante el rechazo manifiesto de los representantes de todos los partidos políticos. Lo anterior atendiendo a la proximidad de las elecciones de Coahuila y el Estado de México.
Para las elecciones de 2023, los partidos políticos deberán postular al menos a una mujer en las candidaturas de gubernaturas de Coahuila y Estado de México. Nuevamente esta medida fue ampliamente discutida durante la sesión y a pesar de que finalmente se aprobó por mayoría, los representantes de los partidos políticos, e incluso algunos consejeros electorales, expresaron su rechazo por considerar excesiva la intromisión de la autoridad en la vida interna de los partidos y una imposibilidad material de implementar, en esta elección, los criterios de competitividad como medida adicional a la paridad.
El acuerdo final fue que cada partido determinará el criterio de competitividad que empleará para seleccionar en qué entidad o entidades postulará mujeres, pudiendo elegir alguno distinto al del resultado obtenido en la votación inmediata anterior.
Sin duda alguna, los obstáculos en la implementación de este tipo de acciones afirmativas no se agotan con las dificultades operativas, la constante resistencia de los partidos políticos y las consecuencias negativas que han traído -como el aumento de violencia política contra las mujeres que han obtenido cargos de poder gracias a ellas. Estos van más allá de problemas organizativos y del machismo interiorizado del sistema porque radican también en que las cuotas dan a las mujeres la potestas (en la Roma clásica, era el poder político capaz de imponer decisiones mediante la coacción y la fuerza) pero no necesariamente la auctoritas (era un poder moral basado en el reconocimiento o prestigio de una persona, el poder socialmente reconocido, la legitimidad del cargo).
Lo cual me lleva a preguntar con lo antes descrito ¿Cómo logramos promover el reconocimiento de las mujeres a ejercer cargos públicos y que sean reconocidas como actores legítimos en la política cuando ni siquiera sus propios partidos lo hacen?
¿Usted qué opina?
Los leo…