
Lunes-14-3-22
Con el ritual de las inscripciones a una diputación por parte de sus mejores “cuadros políticos” los partidos y sus alianzas en Quintana Roo, iniciaron con el proceso electoral que tendrá su culminación el 5 de junio de este 2022. Luego de los estira y afloja internos para elegir a quienes les representarán en esta elección, mismos que atrajeron la atención por la forma en que se eligieron y que se beneficiaron de una candidatura. Por lo cual, cabe preguntar ¿para qué sirven las campañas? Si al final las estructuras partidarias son las que tienen la mayor participación en la configuración de un triunfo plebiscitario.
Para que tenga una idea amable lector, de lo descrito líneas arriba, una elección se gana con votos, por lo cual, tiene que existir la movilización de personas a las urnas el día “D” y quien más sujetos movilice y vote ganará en cuestión. Es la razón por la que, los partidos gastan millones de pesos en un proceso electoral, pues tienen que asegurarse de que los votantes vayan a votar y lo hagan por ellos. Entonces vuelvo a preguntar ¿para qué sirven las campañas?
Sin embargo, hay votantes que no se ubican en los padrones, estructuras o espacios ideológicos de los partidos. Pero que quieren ejercer su derecho e influir en la elección, el problema es que sus intereses son muy diversos, por lo que se requiere de estrategias de comunicación política que les acerque a las posiciones que el Instituto electoral y sus candidatas y candidatos plantean como mecanismos de atracción o para inhibir su participación. Entonces, ¿para qué sirven las campañas?
Tal parece que sirven, para establecer mecanismos de diferenciación entre posiciones políticas, para exhibir a las y los contendientes, para incorporar elementos adicionales a la discusión política, para contrastar personas y planteamientos, para desilusionar a posibles votantes.
Por supuesto que lo antes mencionado, genera información que es valiosa para que las personas puedan hacerse una idea más completa no únicamente de las propuestas. La cual en ocasiones son irrelevantes o inviables de los partidos y de las candidatas y candidatos que sin duda de otra manera, no habrían salido a la luz pública.
Ahora bien, ahí le va el otro dato, en un país que invierte mucho en elecciones, teniendo a la misma población en penuria y desigualdades sociales; el costo más considerable es político pues las acciones que realizan las y los candidatos como promesas de campaña que no se van a cumplir o spots que nadie escucha o ve, genera hartazgo y desilusión con respecto a los comicios y la democracia en su conjunto, lo que tiene un efecto bastante negativo. Por lo cual, para finalizar, tengo que volver a preguntar ¿para qué sirven las campañas?
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