
Por La Psicóloga: Alejandra Zavala
En columnas anteriores hemos hablado sobre la ya existente violencia de género que se sufre tanto en Playa del Carmen como en cualquier parte del mundo como un PROBLEMA SOCIAL, partiendo nuevamente de las estadísticas en donde alrededor de un 30% de mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de pareja o de violencia sexual por terceros en algún momento de su vida según menciona la Organización Mundial de la Salud.
Este pasado 8 de marzo del año en curso, las mujeres de Playa del Carmen Q. Roo se reunieron para hacer frente al movimiento Feminista mismo en el que se conmemora el Día Internacional de la Mujer, el cual surge en 1975 durante el Año Internacional de la Mujer, momento en el que la Asamblea General de las Naciones Unidas oficialmente lo formaliza, teniendo en cuenta que su primera celebración se remota al “28 de febrero de 1909 cuando el Partido Socialista de América designó el día en recuerdo de la huelga de trabajadoras del sector textil el año anterior en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos” así lo refiere la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Es importante que logremos hacer esta diferencia entre lo que es el movimiento y lo que es la conmemoración, es por lo que hago referencia a la historia y desde qué momento surge para que tengamos un amplio panorama de lo que es, dejando de lado nuestras creencias o pensamientos que existen referente al tema posicionándonos en una línea neutral, observado tanto lo que se vive de manera interna como externa.
Ahora bien, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) uno de los momentos clave del Movimiento Feminista surge en 1848 en la primera convención por los derechos de las mujeres, quienes exigían derechos civiles, sociales, políticos y religiosos. ¿Qué defiende? La igualdad entre ambos sexos (hombres y mujeres) tratando de erradicar el patriarcado, es decir, ese pensamiento en el que se cree que el hombre goza de superioridad sobre la mujer.
¿Pero cómo lo viven las feministas? Viven el dolor, el miedo, la incertidumbre, el enojo de la que fue su abuela, madre, hermana, prima, tía, amiga o compañera y ahora ya no está en este presente porque un hombre se sintió con el derecho que atentar contra su humanidad o de aquella mujer que aún no se ha dado cuenta y no pretende romper esos patrones de conducta, no porque no quiera sino porque tras generaciones se nos ha enseñado a que me “DEBEN” tratar como si no valiera, que debo “SOPORTAR” infidelidades, insultos, menosprecios, golpes, manoseos sexuales en contra de mi voluntad, violaciones y feminicidios, así como desigualdades, diferencias económicas, entre otras cosas, que debo callar todo aquello que me genera malestar emocional porque yo como MUJER lo “merezco” esto haciendo referencia a lo que mis pacientes continuamente manifiestan y a la experiencia que adquirí dentro del Hospital General de Playa del Carmen.
Por último, les dejo estas preguntas como parte de la reflexión:
¿Hasta qué punto debo llegar para darme cuenta de que la VIOLENCIA está incapacitando mis habilidades y recursos para percibir que algo está mal?
¿El gobierno realmente está capacitando de manera adecuada a sus servidores de Salud Pública para hacer frente a estas necesidades?
Si tienes alguna pregunta sobre el tema o quisieras asesoramiento psicológico, puedes contactarme al (984 229 54 02) o al correo psic.alejandrazavala@gmail.com y con mucho gusto te asesoraré.