
Uno de los actos que conmueve a todo ser, es escuchar a otro hablando desde el corazón; ésta es la voz que predomina en los hogares a consecuencia de la pandemia, y la que deseamos oír más en todos los ámbitos al reflejar el sentir de la tierra a través de nosotros.
Esta voz interior no tiene máscaras al hablar del amor, dolor y de los miedos por los que transitamos en la experiencia sobre este planeta, y que nos muestran que estamos aquí para honrar y celebrar la existencia en comunión con las fuentes de vida, con la naturaleza.
Así es como el panorama actual nos ha enseñado a disfrutar al máximo lo esencial y dejar a un lado lo banal, incluso a cambiar de tono y color nuestras penas, sobre todo, aquellas que más duelen ante la inesperada y temprana pérdida de seres queridos que nos marcan para siempre.
Ahora vivimos de manera distinta ante la necesidad de implementar medidas sanitarias que protegen nuestra integridad y la de terceros, eso que llamamos “Nueva Normalidad” demanda también mayor responsabilidad con el medio ambiente, por lo que te invitamos a meditar y poner en práctica uno o estos tres consejos para el año en curso, el cual parece irse como agua entre las manos.
1.-No comprar ropa por 3, 6 o 12 meses contribuirá a la mejora de tu economía, así como a generar una pausa en la industria textil, la cual está dentro de las más contaminantes en el planeta ¿Sabías que para fabricar una playera de algodón se requieren más de 2 mil litros de agua, y en caso de teñirla se consume de 30 a 60 litros de agua por cada kilogramo de tela fabricada?
También puedes reparar o regalar aquellas prendas que se tienen almacenada en el armario y que ya no utilizas.
2.-Reduce el uso de productos químicos en casa y evita mezclas que pongan en riesgo la salud, aún más en estos tiempos de crisis sanitaria, en los que se miden los riesgos que ocasiona el virus SARS COV-2 (así como todas sus variantes) pero no los efectos de la exposición a sustancias tóxicas como el cloro, que puede generar desde tos, náuseas o dificultar para respirar como mínimo, lo que depende del tiempo de exposición y el estado de salud de las personas.
Subrayó, no se trata de no utilizarlos, sino de ser responsable, leer las instrucciones de uso de los productos a fin de evitar emplear más de lo recomendado para lavar trastes, ropas o superficies.
Recuerda que líquidos, gases y sólidos termina intoxicando el medio ambiente.
3.-Reduce la cantidad de plástico en la vida diaria, teniendo en cuenta que este producto, que empieza a utilizarse en exceso en los años 90’s, aún no cuenta con un sistema de degradación adecuada para su exterminación.
Asimismo, la crisis sanitaria generó un aumento estratosférico de plásticos de un solo uso en objetos como mascarillas, guantes, utensilios para alimentos y servicios médicos.
Sobre esto, hay informes que dan cuenta que los sistemas de reciclaje han colapsado en algunos países, generando con ello la contaminación de los cuerpos de agua -como ríos, océanos, cenotes o lagos-. Se estima que el 70% termina en estos sitios o vertederos, mientras que el 12% es quemado, contaminando y afectando a las zonas más vulnerables.
Si reduces el uso de plásticos de un solo uso en tu vida diaria, contribuirás a la disminución de resinas vírgenes de petróleo para la fabricación de utensilios de esta naturaleza.
Estos tiempos demandan el ser y hacer el bien a favor de la comunidad de la tierra.