
De acuerdo a la información proporcionada por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo y la Procuraduría de Protección al Ambiente del estado, reportaron que en 2015 se denunciaron 28 delitos ambientales en todo el estado; en 2016, 12; en 2017, 36; en 2018, 32; en 2019, 53; en 2020, 69; y de enero a noviembre de 2021 van 79 casos.
Es preocupante el incremento de delitos ambientales reportados año con año, pero, ¿y los delitos que no se reportan, los que quedan impunes por la corrupción? El número de delitos contra el medioambiente son muchos más que los denunciados a través de las instituciones encargadas de la procuración de justicia.
En mayo de 2018 en el municipio de Tulum la Profepa realizó visitas a 19 diferentes desarrollos inmobiliarios, realizando verificaciones en materia de impacto ambiental, llevándose a cabo 12 clausuras totales temporales y 6 clausuras parciales temporales: 18 clausuras por incumplimiento en total. Este último dato es sumamente preocupante ya que quiere decir que casi todos los desarrollos inmobiliarios incumplen las normas, vulnerándose así al medio ambiente.
En los municipios al norte de Tulum como Solidaridad, Puerto Morelos, Benito Juárez, Isla Mujeres, e incluso el municipio de Lázaro Cárdenas, la destrucción del manglar es donde existe la mayor destrucción de manglar. No olvidemos el caso Tajamar, uno de los casos más emblemáticos de corrupción en detrimento del medio ambiente.
Ante la terquedad de los desarrolladores de construir lo más cercano a la playa, la complicidad de los gobiernos de los 3 niveles de gobierno, Quintana Roo es considerado el segundo estado con mayor pérdida de manglares, ya que se han detectado 1,174 hectáreas de manglar perturbado según datos de la Conabio.
En los últimos 39 años se han perdido más de 6,291 hectáreas de manglar. Anualmente se deforestan en el estado 1,882 hectáreas de vegetación en selvas y costas. Preocupante. Es inevitable el desarrollo, el progreso, pero no de la manera tan brutal como ha estado sucediendo durante los últimos 39 años.
El programa Sembrando Vidas del gobierno federal ha venido a incrementar la pérdida de selva, fomentándose mayormente la quema de enormes predios de selva con la consecuente muerte de su fauna, y todo por el beneficio de unos cuantos pesos. Algunos hablan a favor diciendo que de todos modos se están sembrando otros árboles. ¿Y la biodiversidad?