
Se dice que en política la percepción es igual o más importante que la realidad…
Este fin de semana, en Playa del Carmen, fuimos testigos de las formas o maneras de COMUNICACIÓN POLITÍCA por parte de quienes han adelantado el proceso electoral del 2024. Siendo el sargazo el actor principal (tal parece que AGUAKAN-CFE y la INSEGURIDAD, ya no son banderas de campaña).
El escenario no pudo ser más que oportuno; un funcionari@ estatal con toda la comitiva, recogiendo sargazo (acción social) que, por supuesto genera atención, pero que se desvirtúa desde el momento que se utiliza para fines políticos electorales o el caso de un empresario que, a través de un boletín, quiso sorprender, al adjudicarse un evento deportivo realizado en Puerto Aventuras, por el hecho de haberlo inaugurado. Se le olvidó mencionar que las instalaciones, permisos y hasta el Tatami, corrió por cuenta del Instituto del Deporte, ambos casos, dejan en claro que hay mucha urgencia por COMUNICAR.
Lo cual, me lleva a la conclusión: el mensaje o mensajes estratégicos en una campaña política digital, es uno de los elementos más relevantes dentro del plan estratégico de la comunicación. Nada de eso se ha percibido en los “adelantados”. Tal parece que hay premura por convencer al electorado de que son la mejor opción.
Por lo que, quienes suspiran por ser el candidat@ de este o aquel partido político, rumbo a la elección del 2024 en Solidaridad (ustedes adelantaron dicho proceso electoral) bien harían en huir de las confrontaciones innecesarias. Porque, hasta hoy, su principal problema radica en la COMUNICACIÓN POLÍTICA. La cual, NO se ha centrado en la elaboración y transmisión de los mensajes, que parte de un emisor, que son los actores de la escena política y que va dirigido hacia un receptor: la población.
Porque, una buena o mala campaña política puede o no estar calificada con base en el logro de objetivos planteados o sus indicadores de gestión, desempeño o impacto. Sino por la percepción que la ciudadanía tenga de ella, sus acciones y logros. Por ello, la importancia de comunicar efectivamente para colocar una sensación “positiva” y de beneficio en el colectivo.
Por lo cual, los invito amables lectores a pensar positivamente y supongamos que algunos de los que sueñan con ser alcaldes en Solidaridad, tienen las mejores intenciones: desean mejorar su comunidad, su ciudad, la calidad de vida de sus gobernados. Incluso con las mejores intenciones, ¿cuántos de ellos poseen la capacidad real de gobernar? Porque, los problemas no pueden esconderse debajo de un tapete.
Para finalizar, ahora que “los suspirantes” han puesto de moda la crisis del sargazo en Quintana Roo, me cuesta trabajo entender; por qué no se multiplican las acciones para proteger los ecosistemas y las especies en peligro de extinción, cuidar de los recursos naturales, fomentar un estilo de vida en equilibrio con el planeta.
NOS LEEMOS EN LA PRÓXIMA…
LOTECL777