Hoy, la nueva casta política que ostenta el poder en Quintana Roo, como en los tiempos aquellos en los que el PRI gobernaba los estados y la República, sigue mostrando en público una imagen de preocupación y de estar comprometidos con los ciudadanos. En contraste con aquella postura que en privado es lo opuesto al legítimo compromiso social de quienes representan; no tienen empacho en que sean evidenciados en acciones incongruentes que están lejos de la realidad que se observa en el ejercicio de sus funciones y la objetividad que ellos expresan en diferentes declaraciones de toda índole, salidas muy posiblemente de una inexperiencia y falta de oficio político.
¿EL OFICIO POLÍTICO, DONDE QUEDO?
A casi 8 meses, es una realidad que las expectativas, si, esas que fueron muy altas, en el sector con el que más ha buscado identificarse la nueva gobernadora, el popular. El que siempre ha sido la verdadera figura en todos los experimentos electorales de cuanto gobierno de la denominación política que sea ha pasado por Quintana Roo, se está dando cuenta que solo cambió la forma, pero no el fondo.
No olvidemos que, en el devenir de la gestión del ejecutivo estatal actual, se busca el programa social que mayor apoyo electoral produzca y con esto, tratar de que al menos dicho sector sea el que salga al quite de los reclamos que ya empiezan a generarse en esos otros sectores sociales que si le piensan y que dan cuenta que a lo largo de estos meses del gobierno en turno, la transformación profunda que tanto se ha pregonado, se está convirtiendo en más de lo mismo. Nada es casualidad, existen muchos vicios priístas y viejos miembros de ese partido en el gabinete, el cual, fuera de la misma gobernadora, se encuentra “huérfano” del “oficio político” que les urge.
“LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA VS LA SIMULACIÓN”
Hoy, debido a esa forma de querer simular un estado democrático que no es real; son los ciudadanos, los sectores privados y los empresariales, los que han entrado al quite para señalar la inoperancia de los funcionarios públicos, de los legisladores sumisos y desde luego, ante la falta de una oposición al poder público que sea capaz de evidenciar las deficiencias del sistema actual.
Son estos últimos, quienes se han convertido de facto en ese poder que paulatinamente estaría generando la presión necesaria para señalar y en algunos casos exhibir a esos funcionario y diputados que siguen insistiendo en ese enfermizo afán de urdir como que realizan, sin embargo no hacen nada. Dicho de otra manera, simulan que las cosas cambian para que todo siga igual. Pero que no se equivoquen, la gente observa y en la actualidad, más.
¿SE BUSCA A LA OPOSICIÓN?
Ahora que Morena, solo ha cambiado las formas pero no el fondo, sería necesario señalar que la mayoría hegemónica nunca ha sido sana para la democracia, ni mucho menos para el desarrollo próspero de una comunidad. Mientras sigamos con una oposición política débil o sometida al poder del ejecutivo, los otros, aquellos que se dicen oficialistas y que practican el gatopardismo, seguirán haciendo de las suyas en Quintana Roo…TIEMPO AL TIEMPO.
Nos leemos en la próxima
@LOTECEL777