Marcando el Paso

Semana curiosa la anterior cuando AMLO apuró a las oposiciones a definir “sus armas” para el 2024; puso manos a la obra, enlistó 43 presuntos aspirantes y desde la mañanera los “placeó” determinando que esos eran los “buenos”. Solo falta que los destinatarios del mensaje hagan válido el “veto presidencial” y no permitan participar a nadie más -ironía-.

Por coincidencia -quiero creer- el PAN inició la renovación de sus comités municipales y delegacionales, de las cuales el comité ejecutivo nacional está acopiando la serie de irregularidades que tuvieron en diversas asambleas, desde escándalos, golpes, acarreos y afiliaciones “fast track”.

En el PRI se dio inicio a los tradicionales “Diálogos por México”, foros en los que distinguidos militantes presentan ante miembros selectos de ese partido su visión sobre el estado del país y su futuro. Estarían bien estos ejercicios con la militancia si AMLO no se les hubiera adelantado y marcado el paso con los nombres de los postulantes. -habrá quienes piensan que los convocados son los que hay, pero no era necesario seguir el guion que les dictaron desde palacio-

En el PRD y MC aún no se ven movimientos para reforzar las estructuras directivas básicas -en el PRI tampoco- pero ya les tocará y veremos las mismas situaciones -en diferentes medidas- que se mostraron en las renovaciones de MORENA y PAN. Es cuestión de tiempo.

En la búsqueda de recuperar la iniciativa de la agenda pública, palacio nacional logró, con todo lo anterior, minimizar los costos del monumental hackeo que sufrieron los servidores de la SEDENA, con las consecuentes filtraciones y exposición de secretos, estos si, de seguridad nacional. Además de dictarle la agenda electoral a los contrarios.

No obstante lo anterior, estos movimientos presentan otras lecturas más que nos permiten elaborar hojas de ruta rumbo a “la madre de todas las elecciones” -otra vez-, ya que nos cuestionan sobre el papel de las estructuras directivas medias de los partidos; sobre el papel de la militancia en la toma de decisiones; sobre el trabajo curricular partidista; sobre quienes deberán ser los candidatos a los miles de puestos en disputa – ¿militantes o figuras? – y lo más importante, dónde están los votos que los harán ganar.

Consideraciones aparte, y debido al aceleramiento de los tiempos y las acciones, los partidos políticos y los aspirantes empezarán a caminar sobre el filo de la navaja, en pos de obtener el espacio ansiado.

Es Pregunta

Y a todo esto, con el reforzamiento de las identidades partidistas por los trabajos internos que están llevando a cabo ¿dónde quedan las coaliciones?