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… y como todo inicio, viene lleno de esperanzas e incertidumbre. El estado se abre, por primera vez en su historia, a ser gobernado por una mujer. Cierto que ha habido algunas mujeres que han encabezado el Congreso del Estado, el Poder Judicial y algunos ayuntamientos -la gobernadora es ejemplo de esto último- lo cual muestra un estado incluyente en cuestión de género. Es por esto último que resulta realmente importante que se fortalezca la participación de las mujeres en la política y, sobretodo, que no olvidemos que esto es un avance y no una casualidad.

En casos paradigmáticos las expectativas siempre son discordantes, habrá quien considere que el reto es muy grande y no se podrá dar respuesta adecuada, pero la mayoría considerará el cambio como la medicina necesaria para que todo cambie y mejore.

Modificar las formas, el lenguaje y el tono del mismo, generalmente son ejemplos del cambio. Reorientar gastos y acciones hacia donde están los intereses del nuevo gobierno, son hechos inequívocos de que algo está pasando.

Por eso es importante observar la orientación de las acciones que se irán dando a través de los días para conocer el rumbo del estado, ya que no se puede hacer un diagnóstico a partir de un discurso o de una acción aislada.

No obstante lo anterior, que son cuestiones de gobierno, la comunicación política será importante de tomar en cuenta, ya que será interesante conocer los mensajes, los medios a utilizar y los destinatarios de los mismos.

Se tiene una gran legitimidad obtenida de la mejor manera, se tiene la aceptación de la imagen, se inicia la práctica de gobierno y se tiene buena comunicación; esto requeriría de un proceso de “cambio de estilo” para afirmar lo que los enterados llaman “el estilo personal de gobernar”.

Interesante carga de trabajo tendrá la responsable de comunicación social para diseñar la personalidad de un gobierno que rompe con estereotipos y esquemas anteriores.