Tenemos claro que en estos últimos años hemos tratado de salir adelante a nivel mundial de la crisis sanitaria por la COVID-19 la cual ha traído consigo un incremento notable en los desajustes de salud mental de la sociedad en general, como lo es el aumento de violencia familiar, abuso sexual, alcoholismo, estrés, depresión y ansiedad. Del mismo modo, el director de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Anselm Hennis, menciona que “hemos estado operando en modo crisis desde el inicio de la pandemia”. Sin embargo, hacía falta la cereza del pastel para seguir propiciando los trastornos mentales, pero ¿cuál es? hablamos de la Guerra entre los países europeos Rusia y Ucrania.
Se preguntarán de qué manera esto afecta a la comunidad mexicana y cómo es que la Ansiedad tendrá un repunte importante en los individuos tanto de quienes lo están viviendo de manera directa como indirecta. Pero, antes de continuar, veamos su significado, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es un estado emocional que genera un malestar emocional acompañado de cambios físicos y mentales, lo cuales se pueden presentar como una reacción adaptativa o síndrome que acompaña a diversos padecimientos médicos y psiquiátricos mientras que la ansiedad patológica se caracteriza por la excesiva intensidad con relación al estímulo lo que provoca que el individuo se vuelva disfuncional en su área personal, social y laboral.
Asimismo, tengamos en cuenta que según la ENBIARE (Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado) en donde el INEGI mostró sus resultados respecto a las cifras de niveles de Ansiedad en México nos dice que en el 2021 el 19.3% de la población adulta tiene síntomas de ansiedad severa, mientras que el otro 31.3% revela síntomas de ansiedad mínima o en algún grado.
Ahora bien, ¿cómo se genera? Tenemos la grandiosa cualidad de ser seres pensantes, lo que a su vez puede ser un arma de doble filo debido a que tenemos la capacidad de imaginar miles de escenarios posibles de lo que “podría” suceder en alguna determinada situación, en este caso la Guerra entre estos dos países europeos, es decir, comenzamos a sobrepensar o damos por hecho que lo que estoy pensando si pasará, se producen entonces preocupaciones excesivas constantes acompañadas de miedos, suposiciones e incertidumbres, que no tienen un botón de apagado, es ahí cuando nos adentramos en nuestro futuro lo que implica que dejemos a un lado el mundo real “el aquí y el ahora” y nos adentremos en nuestra cabeza y en nuestros pensamientos lo que trae como consecuencia este desajuste emocional.
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