Biofilia: espacio dedicado a nuestra relación con la naturaleza, y de nuevos caminos hacia una nueva forma de vida.
Por Patricia Martínez
Tal como se mencionó en este espacio, las acciones de contención y defensa por el acceso a un medio ambiente sano han iniciado. Colectivos y organizaciones civiles de Quintana Roo, así como de la Península de Yucatán, se han suman con un solo objetivo, pedir al Gobierno Federal a cumplir la ley; que se realice el proceso legal de estudios de impacto ambiental y socioeconómico, incluyendo la reunión pública informativa ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), luego del cambio del trazo de la obra Tren Maya, que realiza dicho gobierno a través del Fondo Nacional de Turismo (Fonatur).
Hasta ahora el mandatario persiste: “el Ejército entrará a construir cerca de 600 kilómetros y el nuevo aeropuerto de Tulum”, esto mientras en sus discursos menciona que los “enemigos de la nación son todos aquellos opositores a la 4T”, personas que en realidad solo buscan ser escuchados a fin de plantear el alto riesgo que se corre ante la falta de consideración por el bosque tropical, el gran acuífero y todo lo que en ellos habita.
Estamos hablando de 8 millones 736 mil árboles derribados para la construcción del Tren Maya en su paso por 120 kilómetros, es decir sólo el 8% del total de vía (1500 kilómetros) que ocupara “la bestia de acero”, obra que se vende como un “camino de esperanza”, sin retorno para muchas especies de flora y fauna que desaparecerán ante el impacto a su hábitat. Lamentable, ¿no crees?
Lo que también llama la atención es el olvido al que recurre el gobierno, ya que hace menos de una década (2016), México, Quintana Roo, Cancún, fue la sede de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en el que por cierto la entidad firmó, en conjunto con Campeche y Yucatán, el Acuerdo General de Coordinación para la Sustentabilidad de la Península Yucatán (ASPY) a fin de trabajar en conjunto bajo ciertos principios rectores en los que destaca la conservación y uso sustentable de la biodiversidad, así como la obligación de reducir la deforestación y degradación de los ecosistemas forestales.
Por ahora, no se puede dar más detalles de las acciones legales en contra del gobierno, sin embargo, se está recurriendo a instancias internacionales incluso.
Aprovecho para invitar a todos los lectores de este espacio, que lean estas letras hoy o en el futuro, a sumarse a movimientos ciudadanos y ecologistas locales, que se integren, compartan y aporten a las iniciativas que buscan sembrar conciencia por un mejor mañana para la humanidad y las legiones de otras especies.
Por cierto, hoy inicia marzo mes en el que se celebra a uno de los elementos necesarios para la vida en el planeta: el agua. Podrías compartirnos en los comentarios, qué haces en tu casa, trabajo o vida diaria para preservarla, qué tan indispensable consideras es para nuestra existencia.